Y se detuvo mi alma
Y aún el palpitar agitado interno
Ante el reflejo de esos ojos
Que me inundaron de memorias
Y decidí ahogarme un segundo
Muriendo preso del embrujo
De tu sonrisa traviesa
Las estrellas
La laguna
La voz
La media luna
Fue testigo del regreso
Fue espía del suceso
Del evento
De un mismo aliento
Del cálido contacto
De tu abrazo tímido
Que desapareció
Ante la fuerza del deseo
Y mecidos bajo el viento
Entre la inmensa oscuridad
Y la mirada de Marte
Y bendición de Orión
Desaparecieron cual fantasmas
Las inhibiciones
Del pasado incierto
Dejando todo a un lado
Ante la orquesta de grillos
De coquíes y del viento
Bajo la media luna
Y su mitad escondida
Juntamos por primera vez
Los cálidos labios
Para darme vida
Para quedar encantado
Y grabé tu risa
Dibujé tu mirada
Para llevarme la memoria
Del eco del momento
Y se detuvo el tiempo
Y se detuvo mi alma
Y aún el palpitar agitado interno
Ante el reflejo de tus ojos